Consulta y Atención Psiquiátrica Online

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Dura unos 55 minutos y se centra en entender tus necesidades y preocupaciones de forma personalizada. Podemos solicitar exámenes adicionales y ofrecer recomendaciones de tratamiento psicofarmacológico y terapéutico si es necesario.

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Duran 40 minutos y se evalúa el tratamiento, evolución de síntomas y revisión de exámenes. Ajustaremos medicamentos si es necesario y te daremos recomendaciones. Además, discutiremos la psicoterapia para abordar tus problemas personales.

Consulta online

Nuestra consulta psiquiátrica online es confidencial y segura. Accede desde tu hogar sin preocupaciones de seguridad. Las sesiones por videollamada nos permiten evaluar tus síntomas y signos clínicos, incluyendo expresiones faciales y tono de voz.

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También facilitamos las interconsultas médicas, permitiéndonos compartir información sobre tu caso (con tu consentimiento) para obtener opiniones adicionales sobre tu diagnóstico y tratamiento.

Seguimiento continuo

Ofrecemos seguimiento continuo para evaluar el tratamiento, efectos secundarios de los medicamentos y cómo te sientes. También te apoyamos en comprender conflictos personales que puedan afectar tus relaciones. Estamos aquí para ayudarte.

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Valor de la consulta

US$75.00 por sesión

Forma de pago

Transferencia electrónica

Tratamientos

Estrés agudo

Crisis sanitaria, acontecimientos traumáticos o complejos.

TOC

Trastorno obsesivo compulsivo y trastornos relacionados (acumulación, dismórfico corporal, tricotilomania y de escoriación).

Trastorno de ansiedad

Crisis de pánico, fobias, ansiedad social y ansiedad generalizada.

Trastorno afectivo

Episodios depresivos, trastornos bipolares.

Varios

Cuadros psicóticos, adicciones (ludopatía, sustancias, nuevas tecnologías).

TEPT

Trastorno por estrés postraumático, duelos no resueltos, accidentes, desastres, etc.

Estrés laboral

Menoscabo, hostigamiento, acoso, sobrecarga laboral, cambios de tarea desempeñada, etc.

Trastornos de personalidad

Límite o border, ansiosos, obsesivos, introvertidos, etc.

Preguntas Frecuentes

¿Qué son los TEA?

Trastornos del estado de ánimo (TEA)

Son un conjunto de alteraciones psíquicas vinculadas a estados de ánimo que se presentan de forma extrema y patológica, y que interfieren de forma muy significativa en la funcionalidad de la persona, con un profundo sufrimiento, deteriorando la autoestima, la manera de interpretar el mundo y las situaciones que acontecen en él, y se alejan de la coherencia y objetividad con que verdaderamente suceden las cosas. Las personas que padecen estos trastornos tienen un sentido desmesurado de las atribuciones de causa y responsabilidad teniendo consecuencias muy negativas en el ámbito emocional, en la cognición y en la conducta. Suponen un grave problema para la persona ya que interfiere en la manera de relacionarse con el mundo y todo el conjunto de interacciones con el resto de sujetos que forman parte de su entorno provocando una angustia vital desmesurada. Los trastornos del estado de ánimo y los trastornos de ansiedad son los más prevalentes a nivel mundial.

  • Trastorno depresivo
  • Trastorno Bipolar
  • Trastorno de ansiedad
  • Trastorno de estrés
  • Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
  • Trastornos de la personalidad (TDP)
  • Trastornos Psicóticos
  • Trastorno de ideas delirantes

“La depresión es el problema de salud mental que produce mayor discapacidad en mujeres de nuestro país, y ocupa el segundo lugar entre las primeras 15 causas de Años de Vida Saludables Perdidos por Discapacidad o Muerte Prematura (AVISA) en ellas.”

La depresión es un trastorno de la afectividad que altera el estado de ánimo y la manera de vivenciar el entorno, cuyo origen es multicausal pues intervienen tanto factores genéticos, como bioquímicos, ambientales y psicológicos, y que se asocia a pensamientos negativos de desesperanza, impotencia y pesimismo respecto al futuro, así como a sensaciones de incapacidad y de fracaso. Hay que diferenciar la depresión de un estado de tristeza ante una situación concreta y transitoria.

La depresión es un problema más común de lo que se cree. Suele afectar a alrededor de un 7,5% de la población general, y a casi un 30% de las personas consultantes del nivel primario de atención.

La depresión es dos veces más frecuente entre las mujeres, y se presenta con mayor frecuencia en el grupo de edad de entre 20 y 45 años.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 350 millones de personas en todo el mundo, de todas las edades y de todas las comunidades, sufren de depresión.

La depresión, que ahora se encuentra entre las cinco principales causas de morbilidad (enfermedad) en el mundo de acuerdo a la OMS, se perfila como la principal epidemia del Siglo XXI. También se ha determinado científicamente que está directamente relacionada con las principales causas de muerte (infartos, derrames cerebrales, algunos tipos de cáncer) y que un tratamiento adecuado puede incidir sobre estos riesgos.

Los síntomas de la depresión son fundamentalmente ánimo bajo, pérdida de interés o capacidad para disfrutar las cosas, ganas de llorar sin motivo aparente, pérdida de energía, cansancio y disminución de la vitalidad, disminución de la atención y la concentración, baja confianza en uno mismo y sentimientos de culpa e inutilidad, problemas de sueño, cambios en el apetito.

Puede presentarse cuando se viven situaciones que generan un alto grado de estrés, por una disposición o tendencia heredada a la depresión, o bien por una combinación de ambos factores. Otra situación que puede favorecer o desencadenar una depresión es el abuso de alcohol y otras drogas.

El tratamiento de la depresión se orienta a reducir o eliminar los síntomas del trastorno y estimular los recursos personales y sociales de autoayuda. Es decir, a restablecer el equilibrio biológico, optimizar el funcionamiento psicosocial de la persona y minimizar la probabilidad de recaídas.

El trastorno bipolar es una enfermedad que afecta el estado de ánimo, que puede aparecer en cualquier época de la vida, aunque generalmente se desarrolla en la adolescencia tardía o en los inicios de la edad adulta.

Es un trastorno mental grave y recurrente que se extiende a lo largo de la vida de la persona y que consiste en la fluctuación del estado de ánimo entre dos polos opuestos: la manía o fase de exaltación que se manifiesta a través de un ánimo expansivo o irritable, euforia, sentimientos de grandiosidad, disminución de la necesidad de dormir, verborrea, pensamiento acelerado, aumento de actividad en diferentes áreas (relaciones, sexualidad, incrementos de gastos, etc.), y la depresión en la que predomina la tristeza, la inhibición y la ideación negativa. (existe también la hipomanía, similar a la manía, pero de menor intensidad y duración).

Sentir ansiedad de vez en cuando es normal. Sin embargo, las personas que tienen trastornos de ansiedad con frecuencia sienten una preocupación intensa, excesiva y persistente, no son capaces de reconocer que sus pensamientos son distorsionados o erróneos y que ese peligro que sienten es ilógico y desproporcionado. La ansiedad puede manifestarse como un estado de inquietud interna constante, y/o bien en forma de ataques de pánico repetidos, y/o con el desarrollo de conductas evitativas con las que la persona trata de no enfrentarse al agente que le provoca ansiedad, lo cual puede condicionar más aún su actividad cotidiana (por ejemplo, no subirse a aviones, ascensores o evitar acudir a un centro comercial con el fin de evitar el malestar que provocan tales actos).

Los síntomas más significativos de la ansiedad son la taquicardia o palpitaciones, sensación de asfixia o falta de aire, mareo, sensación de pecho apretado o pinchazos en el pecho, pérdida de sensibilidad en las extremidades, sensación de pérdida de control, náuseas o bloqueo. Como se puede apreciar, muchos de estos síntomas son de índole física, por lo que siempre es necesario descartar que lo que acontece al paciente no sea una enfermedad médica. Por otro lado, hay que tener en cuenta también que la ansiedad puede ser un síntoma de otra patología como el trastorno de la personalidad o el abuso de sustancias.

El estrés es la forma cómo el cerebro y el cuerpo responden a cualquier demanda, por lo que se trata de un proceso fisiológico y psicológico natural. Cualquier tipo de demanda o factor estresante como el ejercicio, el trabajo, la escuela, cambios importantes en la vida o acontecimientos traumáticos, puede causar estrés.

Todo el mundo se siente estresado de vez en cuando. Algunas personas pueden lidiar con el estrés de forma más eficaz o recuperarse de los acontecimientos. El estrés es una respuesta natural del cuerpo a la presión o al riesgo, y tiene una función positiva que nos ayuda a estar alertas en momentos de peligro o crisis, a tener más energía y a agudizar nuestra rapidez mental. El problema es cuando se convierte en un estado crónico y cualquier cosa nos produce estrés. El estrés crónico se produce cuando una situación de estrés se alarga en el tiempo, y sus síntomas permanecen día tras día sin que exista ya ningún desencadenante.

Aprender a gestionarlo puede ayudarnos a ser más rápidos, efectivos y productivos, utilizando sus ventajas cuando es necesario, y reduciéndolo o dejándolo a un lado cuando no lo es. Los ejercicios de psicología cognitiva y las técnicas de relajación pueden ayudarnos a reducir el estrés en nuestro día a día.

Las personas pueden tener síntomas diferentes al estrés. Por ejemplo, algunas experimentan principalmente síntomas digestivos, mientras que otras pueden tener dolores de cabeza, insomnio, tristeza, ira o irritabilidad. Las personas que tienen estrés crónico son propensas a tener infecciones virales más frecuentes y graves, como la gripe o el resfriado común.

El estrés de rutina (“burnout”) puede ser el tipo de estrés más difícil de notar al principio. Debido a que la fuente de estrés tiende a ser más constante que en los casos de estrés agudo o traumático. Con el tiempo, la tensión continua sobre el cuerpo debido al estrés de rutina y puede contribuir a problemas graves de salud, como las enfermedades del corazón, presión arterial alta, diabetes y otras enfermedades y también trastornos como la depresión o ansiedad.

El trastorno obsesivo compulsivo es un trastorno de ansiedad bastante frecuente que se caracteriza por la presencia de pensamientos obsesivos, que son intrusivos y persistentes, que se pueden acompañar o no, de actos compulsivos, que son recurrentes y van dirigidos a reducir la ansiedad asociada, y que a su vez generan mucha inquietud y malestar. El trastorno obsesivo compulsivo es tan frecuente en hombres como en mujeres y el comienzo se sitúa habitualmente en la infancia o al principio de la edad adulta. El impacto emocional es muy grande y el malestar de las personas que lo sufren puede tener una evolución crónica. Por esto, el tratamiento terapéutico y farmacológico es vital para tratar de normalizar y adecuar la funcionalidad de la persona a lo cotidiano.

La personalidad es una estructura de carácter psicológico que hace referencia al conjunto de rasgos distintivos de un individuo. La personalidad de cada uno es muy variada y compleja, tanto si existe o no trastorno de la personalidad.

Un trastorno de personalidad se caracteriza por ser un patrón permanente e inflexible de pensamientos, emociones y comportamientos que se apartan acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto. Los pacientes presentan dificultades para establecer y mantener relaciones interpersonales que se manifiesta en un deterioro de la actividad social, familiar y laboral. Tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta. En la mayoría de los casos suele mejorar y moderarse a lo largo del tiempo.

Si se atiende a los síntomas considerados en el momento de la evaluación y no se atiende a la perspectiva evolutiva, puede pasar desapercibido dada la inexistencia de un síntoma especifico que lo defina. Es por esto que deben ser diagnosticados correctamente.

Trastornos de personalidades extrañas, excéntricas y raras.

  • Trastorno paranoide de personalidad.

Caracterizado por un patrón de desconfianza y suspicacia general hacia los otros, de forma que las intenciones de estos son interpretadas como maliciosas.

  • Trastorno esquizoide de personalidad.

Caracterizado por la falta de interés en relacionarse socialmente y por una restricción de la expresión emocional.

  • Trastorno esquizotípico de personalidad.

Caracterizado por un patrón de déficit social o interpersonal con una gran disminución de la capacidad para las relaciones personales. Además, tienen distorsiones cognitivas y del pensamiento y un comportamiento excéntrico.

Trastorno de personalidades caracterizadas por llamar la atención, mostrarse dramáticas, emotivas e impulsivas

  • Trastorno antisocial de personalidad (a veces llamado sociopatía).

Caracterizado por una inadaptación a las normas sociales, como son las leyes y los derechos individuales, a pesar de saber que están haciendo un mal, actúan por impulso, cometiendo incluso delitos graves.

  • Trastorno límite o borderline de personalidad.

Es el más frecuente en ámbitos clínicos y presente en las culturas de todo el mundo. Se asocia a otros tales como el abuso y dependencia de alcohol y otras drogas, trastorno antisocial de la personalidad, trastornos del estado de ánimo y de control de impulsos.

  • Trastorno histriónico de personalidad.

Caracterizado por un patrón de excesiva búsqueda de atención, incluyendo un comportamiento seductor inapropiado y una excesiva necesidad de aprobación, son muy animados, dramáticos, vivaces, entusiastas y coquetos, y presentan un comportamiento manipulador persistente para conseguir sus propios objetivos.

  • Trastorno narcisista de personalidad.

Personalidad con un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatía, mostrando actitudes y comportamientos arrogantes, altivos o prepotentes.

Sujetos ansiosos, temerosos, neuróticos.

  • Trastorno evitativo de personalidad.

Caracterizado por un patrón generalizado de inhibición social, sentimientos de inadecuación, hipersensibilidad a la evaluación negativa, rechazo o desaprobación y evitación de la interacción social.

  • Trastorno de personalidad por dependencia.

Caracterizado por una necesidad general y excesiva de que se ocupen de ellos (comportamiento de sumisión o adhesión), además de un gran temor de separación. Dificultades para tomar decisiones y responsabilidades.

  • Trastorno obsesivo-compulsivo de personalidad.

Caracterizado por un patrón general de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficiencia, que empieza al principio de la edad adulta y que se da en diversos contextos.

“La esquizofrenia es una trastorno mental grave que afecta en el mundo a más de 21 millones de personas”

OMS, Abril 2018.

¿Qué es la psicosis?

La psicosis es un término genérico utilizado en psiquiatría para referirse a un estado mental descrito como una escisión o pérdida de contacto con la realidad. Las personas que experimentan una psicosis pueden presentar alucinaciones o delirios y pueden exhibir cambios en su personalidad y pensamiento desorganizado. Estos síntomas pueden ser acompañados por un comportamiento inusual o extraño, así como por dificultad para interactuar socialmente e incapacidad para llevar a cabo actividades de la vida diaria.

La psicosis es un síntoma asociado a un gran número de enfermedades como la esquizofrenia, la depresión o el Alzheimer entre muchas otras.

Puede requerir de supervisión, de manera que las necesidades nutricionales e higiénicas se satisfagan y que la persona esté protegida de las consecuencias de la falta de juicio, de la disfunción cognitiva y de las acciones motivadas por los delirios. Por otra parte, durante el trastorno psicótico parece haber un aumento del riesgo de comportamiento suicida, especial durante el episodio agudo. Es imprescindible en este caso tomar medidas de seguridad para evitar que la persona afectada pueda autolesionarse.

La esquizofrenia es un trastorno mental englobado dentro del grupo de los trastornos psicóticos y es el cuadro más frecuente.

  • Esquizofrenia

“La esquizofrenia es una condición crónica que frecuentemente tiene efectos devastadores en muchos aspectos de la vida del paciente y conlleva un alto riesgo de suicidio y el menoscabo de la calidad de vida de la persona”

En Chile, la Esquizofrenia tiene una prevalencia de vida del 1,02 % en la población general en estudios realizados en Santiago.

La esquizofrenia se caracteriza entre otros síntomas por una distorsión del pensamiento, las percepciones, las emociones, el lenguaje, la conciencia de sí mismo y la conducta. Los pacientes con esquizofrenia tienen dificultades para integrarse socialmente, pues suelen sufrir estigmatización y discriminación. Por todo esto la farmacoterapia, la intervención psicológica y el apoyo psicosocial son fundamentales para favorecer la mejor funcionalidad y desarrollo de estos pacientes. demuestrando sistemáticamente el mayor nivel de efectividad, que alcanzan un 60% de los casos.

Los avances científicos de las ultimas décadas permiten disponer de recursos terapéuticos efectivos para disminuir los síntomas de la enfermedad y evitar en mayor medida los comportamientos del paciente que interfieren en la convivencia con los demás, favoreciendo significativamente las posibilidades de reinserción social y laboral del paciente y modificando en parte el pronóstico de este trastorno.

Se considera que la esquizofrenia puede estar provocada por la interacción entre la genética y una serie de factores ambientales y psicosociales.

“La mitad de los esquizofrénicos se resiste a admitir la enfermedad. Se puede recuperar más del 90% de la funcionalidad después del primer brote, pero solo el 40% sigue bien el tratamiento después del primer episodio”.

  • Trastorno de ideas delirantes

Es un grupo de trastornos caracterizado por la aparición de un único tema delirante o de un grupo de ideas delirantes relacionadas entre sí que normalmente son muy persistentes, y que incluso pueden durar hasta el final de la vida del individuo. El contenido del tema o conjunto de ideas delirantes es muy variable. A menudo es de persecución, hipocondriaco o de grandeza, pero también puede referirse a temas de litigio o de celos o poner de manifiesto la convicción de que una parte del propio cuerpo está deformada o de que otros piensan que se despide mal olor o que se es homosexual. Lo más característico es que no se presente otra psicopatología, pero pueden aparecer de modo intermitente síntomas depresivos y, en algunos casos, alucinaciones olfatorias y táctiles.

  • Trastornos psicóticos agudos y transitorios

Todos los trastornos de este grupo tienen como característica principal un comienzo agudo (menos de dos semanas), un estado rápidamente cambiante y variable, llamado «polimorfo» y la presencia de estrés agudo. La recuperación completa tiene lugar generalmente dentro del plazo de dos o tres meses, a menudo en pocas semanas e incluso días, y sólo una pequeña proporción de enfermos con estos trastornos desarrollan estados persistentes e invalidantes.

  • Trastorno de ideas delirantes inducidas

Se trata de un trastorno de ideas delirantes, poco frecuente, compartido por dos o más personas que comparten estrechos lazos emocionales. Solo uno de los afectados padece un auténtico trastorno psicótico. En el otro o los otros las ideas delirantes son inducidas y normalmente remiten cuando se les separa. El trastorno psicótico del individuo dominante suele ser una esquizofrenia. Tanto las ideas delirantes originales de la persona dominante como las inducidas en la otra, son crónicas, de naturaleza persecutoria o de grandeza. Las creencias delirantes solo son trasmitidas de esta manera en circunstancias extraordinarias poco frecuentes. Casi siempre las dos personas son familiares cercanos, aislados del entorno por su lengua, cultura o por factores geográficos. Las personas en las cuales las ideas delirantes son inducidas suelen ser también dependientes o tienen una relación de servidumbre con la que padece la psicosis genuina.

  • Trastorno esquizoafectivo

Este grupo de trastornos se subdivide a su vez en varias categorías: trastorno esquizoafectivo de tipo maníaco, trastorno esquizoafectivo de tipo depresivo, trastorno esquizoafectivo de tipo mixto.

El trastorno esquizoafectivo es el diagnóstico psiquiátrico que describe un trastorno mental caracterizado por episodios recurrentes de un trastorno del estado de ánimo (depresivo o bipolar) que cursan en todos los casos con síntomas psicóticos que se observan en la esquizofrenia.​ Puede incluir distorsiones en la percepción que se alternan o suceden al mismo tiempo que episodios maníacos o depresivos. Este deterioro en la percepción o expresión de la realidad puede afectar a los cinco sentidos, pero mayormente se manifiesta en la forma de alucinaciones auditivas o visuales, delirios paranoides o grandiosos y comportamiento o pensamientos desorganizados, con una disfunción social u ocupacional significativa.

Son trastornos episódicos en los cuales, tanto los síntomas afectivos como los esquizofrénicos, son destacados y se presentan durante el mismo episodio de la enfermedad, preferiblemente de forma simultánea o al menos con pocos días de diferencia entre unos y otros. No es clara aún su relación con los trastornos del humor (afectivos) y con los trastornos esquizofrénicos típicos. Estos trastornos no cumplen las pautas ni de esquizofrenia ni de episodio depresivo o maníaco. Los enfermos que sufren episodios esquizoafectivos recurrentes, en particular aquellos cuyos síntomas son de tipo maníaco más que de tipo depresivo, generalmente se recuperan completamente y solo rara vez desarrollan un estado defectual. Se cree que el trastorno afecta principalmente la actividad cognitiva y emocional, pero también contribuye usualmente en problemas en curso de comportamiento y motivación. Es probable que las personas con trastorno esquizoafectivo tengan condiciones adicionales (comórbidas), incluyendo trastornos de ansiedad y abuso de sustancias.

“ Las enfermedades dependientes se desarrollan lentamente y a veces, se detectan después de un periodo demasiado largo. Necesitas ayuda para abandonar estos hábitos ”

¿Qué es una adiccion?

Se considera que una adicción es una enfermedad psíquica recurrente, que se caracteriza por una búsqueda patológica de recompensa y/o alivio a través del uso de una sustancia u otras conductas. Esto implica una incapacidad de controlar la conducta, dificultad para la abstinencia permanente, deseo imperioso de consumo, disminución del reconocimiento de los problemas significativos causados por la propia conducta y en las relaciones interpersonales así como una respuesta emocional disfuncional. El resultado es una disminución en la calidad de vida del afectado (generando problemas en su trabajo, en sus actividades académicas, en sus relaciones sociales y/o en sus relaciones familiares o de pareja).

Las adicciones suelen presentarse generalmente asociadas a alguna otra patología mental, lo que se denomina Patología Dual, es decir, la coexistencia o comorbilidad de dos situaciones clínicas: la presencia de un trastorno mental por un lado, y por otro, el uso patológico de sustancias tóxicas.

En la patología dual la adicción puede ser a una sustancia o comportamental y los trastornos mentales suelen ser trastornos del estado de ánimo (por ejemplo depresión mayor o trastorno bipolar), trastornos de ansiedad (por ejemplo trastorno de ansiedad generalizada o trastorno de fobia social, trastornos de personalidad, trastornos psicóticos o trastorno por déficit de atención TDAH).

“Las adicciones psicológicas de mayor gravedad son el juego patológico junto a las adicciones a las nuevas tecnologías, a la comida, al sexo y al trabajo.”

Abuso y dependencia del alcohol y drogas

“Los problemas asociados al uso de alcohol y otras drogas constituyen la principal causa de mortalidad y discapacidad en hombres menores de 45 años en nuestro país, y la dependencia a estas sustancias es una de las 10 principales causas de Años de Vida Saludables Perdidos por Discapacidad o Muerte Prematura (AVISA) en toda la población.”

El abuso de alcohol afecta a alrededor del 15 % de la población general mayor de 12 años, con un tercio de ellos presentando dependencia.

El abuso y dependencia de alcohol y drogas es tres veces más frecuente entre los hombres, y se presenta con mayor frecuencia en el grupo de edad de entre 12 y 45 años.

Aproximadamente el 5 % de la población general mayor de 12 años declara haber consumido drogas ilícitas en el último año y cerca del 1 % presenta dependencia a ellas. La mayoría de estas personas ha usado marihuana y un quinto de ellas otras sustancias, tales como cocaína, pasta base y anfetamina.

Para ambos tipos de sustancias, el objetivo de la rehabilitación es restablecer el equilibrio biológico, optimizar el funcionamiento psicosocial de la persona y minimizar la probabilidad de recaídas. Para tal efecto, existe evidencia suficiente acerca de la efectividad de algunas intervenciones psicológicas y farmacológicas, y de programas grupales de autoayuda.

  • Alcoholismo

Muchos de nosotros consumimos alcohol con fines lúdicos, para disfrutar, pero para algunos beber puede ser algo más que una actividad social, segura y divertida. El abuso o el uso excesivo de alcohol puede surgir por muchas razones y, lamentablemente, las consecuencias pueden ser graves, tanto física como psicológicamente, accidentes y conductas violentas, deterioro de la calidad de vida de las familias, y disminución de la productividad laboral. El alcoholismo se refiere al consumo excesivo de alcohol, de forma prolongada y continua en el tiempo, generando por tanto una dependencia a dicha sustancia en la que el paciente no es capaz de controlar la ingesta. La adicción al alcohol se puede tratar con una variedad de enfoques.

El tratamiento del abuso de alcohol se orienta a reducir la cantidad y frecuencia del consumo, y el de la dependencia a lograr la abstinencia indefinida. El tratamiento de la dependencia de alcohol y drogas debe incluir también el manejo de la comorbilidad psiquiátrica (patología dual) la que se encuentra presente en más del 40 % de los casos (especialmente trastornos afectivos y ansiosos).

  • Drogas

Una droga es una sustancia vegetal, mineral o animal que tiene un efecto estimulante, alucinógeno, narcótico o deprimente.

La drogadicción es una enfermedad recurrente caracterizada por la búsqueda y el consumo compulsivos de la droga a pesar de sus consecuencias negativas. Se la considera un trastorno mental porque genera cambios funcionales en los circuitos del cerebro que participan en la recompensa, el estrés y el autocontrol produciendo alteraciones en el comportamiento, la percepción, el juicio y las emociones. Los efectos de las drogas son diversos, dependiendo del tipo de droga y la cantidad o frecuencia con la que se consume. Pueden producir alucinaciones, intensificar o entorpecer los sentidos, provocar sensaciones de euforia o desesperación. Algunas drogas pueden incluso llevar a la enajenación mental o la muerte. Esos cambios pueden durar mucho tiempo después de que la persona deja de consumir drogas. La dependencia, psíquica o física, producida por las drogas puede llegar a ser muy fuerte, esclavizando la voluntad y desplazando otras necesidades básicas, como comer o dormir. La droga se convierte en el centro de la vida del drogadicto, llegando a afectarla en todos los aspectos: en el trabajo, en las relaciones familiares e interpersonales, en los estudios, etcétera.

En el caso de las drogas ilícitas, el tratamiento siempre se orienta a alcanzar la abstinencia indefinida.

  • Ludopatía

La ludopatía consiste en un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar y apostar, de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa a la vida personal, familiar y vocacional.

La ludopatía es un trastorno adictivo “sin sustancia”. Se caracteriza fundamentalmente porque existe una dificultad para controlar los impulsos, y que en cierto sentido tiende a manifestarse en practicar, de manera compulsiva, uno o más juegos de azar. La vida diaria de la persona se ve afectada por esta adicción, de tal forma que la familia, el sexo o incluso la alimentación pasa a ser algo totalmente secundario. No se debe de confundir la ludopatía con un vicio, se trata de un problema adictivo, sin sustancia , una grave enfermedad psíquica.

  • Nuevas Tecnologías

“Atendiendo a la Organización Mundial de la Salud una de cada cuatro personas sufre adicción a las nuevas tecnologías”

La adicción a las nuevas tecnologías, a internet, a las redes sociales y a los juegos de ordenador es un comportamiento adictivo de reciente aparición que se ha visto aún más pronunciado por la proliferación de dispositivos, como los Smartphones y el abaratamiento de los costes de los aparatos y de las conexiones. Es una realidad ante la que, cada vez son más los pacientes, en concreto los adolescentes, que acuden a los servicios médicos solicitando ayuda para tratar su problema de adicción a las nuevas tecnologías, en especial a las redes sociales. Éstas les están generando un profundo malestar puesto que están mermando su capacidad para establecer vínculos afectivos satisfactorios. Es frecuente también que empiecen a tener problemas asociados al sueño y a la alimentación, así como alteraciones en la concentración, atención y control de impulsos.